17 de diciembre de 2008

Realidad(es)

Es difícil entender que vemos solamente una parte de la realidad.

La realidad siempre es mucho más de lo que percibimos y creemos. Pero nos tiene que caer la ficha para comprenderlo.

A veces la realidad es un balde de agua fría. Cuesta aceptarla.

Según como la querramos y la podamos ver y decifrar, la entenderemos más o menos.

Escuchemos a dos o tres personas en cualquier lugar y, luego de un rato de conversación, comprobaremos que hay muchas realidades.

Hay personas, ciudades y hasta países para quienes la realidad es totalmente diferente.

A quienes creen que todos los autos vienen en contramano, les tengo una noticia: es muy probable que estén equivocados, y que se estén perdiendo la gran oportunidad de entender lo que está pasando. No se dan cuenta que ven "otra" realidad.

Y a quienes ven todo de un solo color, ya sea rosa, negro o verde, les recomiendo cambiar de lentes, sacarse las anteojeras o simplemente preguntar a otros qué ven. Se van a sorprender.

En realidad, cuando creen que entienden algo con gran precisión, lo más probable es que estén totalmente equivocados.

Por ahora los dejo, intentaré ver un poco más que antes, hablar con los que ven otras partes del "afuera" y con los que perciben los distintos matices.

Les sugiero intentar lo mismo

10 de diciembre de 2008

Decir y creer

Algunos dicen lo que creen todo el tiempo. Son transparentes, o impulsivos.

Otros dicen lo que creen a veces. Son reservados, calculadores, especuladores. Están en el bando de los fríos y racionales.

Otros no dicen lo que creen nunca. Pueden ser tímidos, hipócritas o malintencionados.

Algunos creen que dicen lo que creen. Y nadie los entiende. Se autoengañan.

Otros creen que no dicen lo que dicen. No se escuchan nunca.

Mientras los que se tienen fe creen en lo que dicen, los incrédulos no creen en lo que dicen, y generalmente no creen en nadie.

Los optimistas creen que todo va a estar bien.

Los pesimistas no creen en los optimistas.

Los optimistas creen que los pesimistas deberían cambiar.

Y los pesimistas no creen en que los optimistas puedan cambiar.

Yo creo que creo en lo que escribí en este texto, porque creo que dije varias cosas, sin revelar lo que realmente creo.

Entonces, por ahora no sabrán si creo en los optimistas o los pesimistas, los impulsivos o los racionales.

Pueden quedarse con la duda, algún día les contaré si creo en algunos, en todos o en nadie.