4 de agosto de 2009

Dónde estamos

A veces sabemos exactamente dónde estamos parados, o al menos eso creemos.

En otras ocasiones, estamos en el mismo lugar que estuvimos tiempo atrás, hace décadas o años.

Y nos sentimos igual que cuando pasamos por aquí.

El contraste se da cuando volvemos al punto de partida y vemos cuánto hemos cambiado. El lugar es el mismo. Nosotros ya no lo somos.

A veces volvemos a algún lugar de nuestro pasado para buscar, específicamente, lo que dejamos atrás. Cuando llegamos, eso ya no está. Iguales, parecidos o diferentes, hurgamos en el espacio para tratar de encontrar en la realidad lo que solamente es un recuerdo o espejismo.

Ese es el momento preciso para empezar a considerar si realmente sabemos dónde estamos parados.

Nos preguntamos si es dónde queremos estar.

Nos cuestionamos si es dónde deberíamos estar.

Miramos a nuestro alrededor y buscamos las respuestas.

Si tenemos oportunidad, nos damos cuenta que quizá la única manera de encontrarlas sea indagar dentro nuestro.

Ojalá todos aprendamos a encontrar y entender nuestra esencia, el alma que hace que seamos quienes somos, o quienes creemos ser.

Si lo logramos, tendremos la oportunidad de preguntarle a nuestra alma si sabe dónde está.

Si está donde quiere estar. O donde debería estar.

E, incluso, si quiere estar en otro lado (y si hay tiempo para llegar allí).

Son muchas preguntas. Quizá suficientes... Por eso, ahora me despido, voy a tratar de encontrar algunas respuestas.

1 comentario:

Dario dijo...

Hace dos minutos agregué a otro texto de este blog (llamado pérdidas) un comentario de un gran amigo, realizado por email, sobre algo que escribí.

Casi como un penal, ahora surge esta otra idea: comentar mi propio texto referido a tratar de entender donde estamos.

Creo que es una buena manera de ejemplificar que algunos a veces estamos totalmente perdidos, a punto tal de tener que comentar sobre lo que nosotros mismos escribimos.

Es como vernos en un espejo digital, al que queremos corregir tan pronto nos devuelve la imagen de lo que somos, porque creemos que en realidad no somos asi.

Y si: la realidad y los espejos suelen ser crueles.