Muchos lo dicen, porque lo saben muy bien: en la vida todo va y todo vuelve.
Los que andan tirando mala onda por ahí se olvidan que en realidad cada vez que hacen algo en detrimento de otros están lanzando un boomerang.
A veces vuelve más rápido, otras más lentamente, pero siempre en algún momento vuelve. Y al desatento que lo envió, si se distrae, le da por la cabeza.
Buscar atajos permanentemente es como jugar con las banditas elásticas que sirven para sujetar papeles. De tanto jugar de pronto sale al revés y te da en el ojo.
El que anda siempre bien, por la buena senda, buscando lo mejor para todos o al menos sin perjudicar a nadie, quizá se “pierda” algunas ventajas coyunturales o ganancias oportunistas, pero en el largo plazo siempre gana.
Parece mentira o increíble. Todo lo anterior es parte de la sabiduría popular. Así y todo, hay muchos que lo ignoran, o se hacen los distraídos.
Ojalá que se den cuenta, y se aviven que ser avivados no es la mejor forma de andar por la vida.
10 de noviembre de 2009
Avivados
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Filosofía de café,
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