2 de diciembre de 2009

Declaraciones

No te propases, dijo el límite.

Hay que aceptar las cosas como son, dijo la rebeldía.

Mejor no darle muchas vueltas al asunto, dijo el compás.

Hay que disfrutar el momento, dijo el segundero.

Confieso que me gusta ser protagonista, dijo la rueda de auxilio.

Yo te lo cuido, dijo el dormilón.

Doy para mucho más, dijo la resta.

Hay que guiarse por los sentimientos, dijo la computadora.

Yo me adapto bien al cambio, dijo el cuadro.

En la vida hay que andar sin vueltas, dijo el planeta tierra.

Hoy me agarraste seca, dijo la luna.

Lo mejor es ser transparentes, dijo el abogado.

Nuestro principal recurso es el talento humano, dijo el gerente de personal.

La innovación es la que nos llevará adelante, dijo el taquígrafo.

Te lo tengo listo en una semana, dijo el programador.

Elegí un poquito de cada opción, dijo el publicista.

A veces me falta chispa, dijo el fósforo.

Hagamos lo que creas más conveniente, dijo el cliente.

Hoy tenemos excelentes noticias, dijo el editorial del diario.

Se me hace agua la boca, dijo el pescado.

Hay que meterle gas al asunto, dijo el electricista.

En ese tema no me especializo, dijo el consultor.

Mejor no andar haciendo exámenes, dijo el médico.

Hay que dejarse guiar por el corazón, dijo el físico.

Mejor veamos lo que es posible, dijo el idealista.

Así está bien, dijo el perfeccionista.

Esta es mi noche, dijo el sol.

No tenés nada, está todo bien, dijo el dentista.

Lo voy a pensar con la cabeza, dijo la almohada.

Estoy seguro, dijo el meteorólogo.

Te cubre todo, dijo el corredor de seguros.

Yo no me aguanto todo, dijeron el papel, el blog, el blogger, el blogspot, el Twitter, el Facebook, el Google y todos los bits que forman lo que algunos llaman la sombra digital, que nos tragan a todos, a estas palabras y al poco de sentido común o especial que queda bien escondido en algún lado bien camuflado.